SECTOR EXTERNO DESCONYUNTADO

De los informes que se han presentado a los seis meses del Gobierno, el de comercio exterior e integración tiene una pobreza estructural no atribuible a la gestión de quienes presiden el Ministerio respectivo sino al descoyuntamiento que sufrió la institución desde hace una década en que por innovarse se esterilizó la acción. En efecto, el Ministerio de Comercio Exterior, Integración, Pesca y Competitividad es un muerto en vida porque carece de competencias para manejar el sector externo del país. No puede diseñar una política comercial para el siglo XXI porque esa función la tiene el llamado COMEXI, ente colegiado que no ha podido producir las líneas maestras de una política comercial, porque solo se reúne cuando se trata de alzar o bajar un arancel según haya pedido uno u otro sector interesado. El Ministerio no tiene atribuciones ni competencias en lo atinente a las negociaciones comerciales internacionales, pues en el Gobierno anterior esa función la asumió la Cancillería. Tampoco tiene competencia y atribuciones en el mejoramiento de la competitividad, porque para ello se creó una corporación especial que hasta ahora no ha hecho nada importante ni útil. Durante diez años no hubo un ecuatoriano en la Secretaría Andina, en Lima, en donde se han producido una serie de perjuicios al Ecuador. Ahora que estamos enfrentando la negociación en ALCA hay cuatro ministerios actuando en las reuniones: el de Economía, el de Relaciones Exteriores, el de Agricultura y el de Comercio Exterior. Todo esto estaría bien si hubiera una ruta clara, un liderazgo, una cabeza, un responsable, un solo objetivo de país. Es hora de actuar en este sentido, para acabar con esta descomposición de atribuciones y responsabilidades.