MANTENER LA "DOLARIZACION"

Cuando se dictó la medida transformando al dólar norteamericano en nuestra moneda de curso legal, estuve plenamente decepcionado y opuesto. No por el decreto en sí, que es excelente como concepto y base, aunque esa acción resultaba someterse a fuerzas fuera de nuestro control. Lo impugnaba porque el mandato no se tomó técnicamente y desde su nacimiento se preveía que las medidas complementarias ni siquiera habían sido pensadas, mucho menos que éstas tuvieran posibilidades de implementación. Hoy existe un ataque, por medio de actitudes y "bolas" que nacen de sofismas, aleccionando que: "la dolarización no aguanta", que debemos abandonarla. No sé si la embestida nace de: ¿Maquinación para lograr riquezas por medio de manejos turbios? ¿Ignorancia? ¿Búsqueda de desestabilización? (...) ¡Sabe Dios! Lo que sí es muy claro es que en la situación que vivimos abandonar el régimen del uso del dólar sería causar un verdadero descalabro.