ECONOMIA Y GUERRA

Las guerras tienen un trasfondo económico y estratégico. El petróleo por un tiempo (¿largo?) seguirá siendo el sustento de la civilización moderna. Los Estados Unidos requieren una doble ruptura. Eliminar el riesgo de que la China y los europeos se acerquen demasiado a los inmensos depósitos del Medio Oriente y de esta manera quieran acceder al rango de superpotencias, pasando del mundo unipolar a una nueva estructura de tres poderes mundiales. Eliminar su excesiva dependencia frente a dos o tres reinos vulnerables. Hay también un hecho más interesante (y quizás más importante) que el petróleo: las monedas. El euro ha surgido como un competidor natural al todopoderoso dólar, el cuasimonopolio tambalea. Ciertas negociaciones en el Medio Oriente, alrededor del financiamiento del propio petróleo, podían aumentar el poderío de la naciente moneda.