LA RELACION COMERCIAL CON COLOMBIA

El déficit comercial se ha convertido en un problema de creciente preocupación para el Ecuador. Los críticos de la dolarización ven en el déficit de la balanza comercial -US 1 200 millones el año pasado- el síntoma más inequívoco de los peligros de la dolarización a mediano y largo plazo. El argumento es fuerte: en un contexto internacional de tipos de cambio flexibles, la dolarización -como sistema de cambio fijo- conduce a la economía ecuatoriana a una pérdida inevitable de competitividad. En el caso de las relaciones comerciales entre Ecuador y Colombia, se viene produciendo un fenómeno que genera condiciones de extrema desigualdad entre los dos países. En efecto, mientras Colombia ha devaluado su moneda de modo más o menos permanente en los últimos tiempos, el Ecuador se ha mantenido en su esquema cambiario rígido. La pérdida de competitividad de la economía ecuatoriana frente a la colombiana es permanente y alarmante, y no se explica por diferencias sustantivas de eficiencia productiva entre los dos países, cuanto por ventajas exclusivamente cambiarias de Colombia sobre Ecuador. Los resultados están a la vista: el déficit comercial del Ecuador con Colombia asciende a cerca de 600 millones de dólares; esto quiere decir, que explica por sí solo casi la mitad de todo el déficit de la balanza comercial ecuatoriana. Varios expertos han subrayado en los últimos días la existencia de mecanismos dentro de la comunidad andina que pueden ser utilizados para compensar las desventajas comerciales que se producen por asimetrías cambiarias. Uno de esos instrumentos es el de las salvaguardias comerciales.