NO REPETIR LA MALA LECCION

La industria petrolera, para quienes no están familiarizados con esta actividad, se conoce esencialmente como una operación de capital intensivo. Esto quiere decir que su desarrollo futuro requiere siempre de nueva inversión en dinero, para extraerle más dinero. El principio lógico de un negocio privado es a mayor producción mayor ganancia, para ser congruentes con la característica de la industria enunciada en el párrafo anterior. El principio lógico de un gobierno, en las relaciones gobierno-compañías, debiera ser a mayor producción de petróleo para exportación, mayores los ingresos para el Estado. La realidad ahora es la siguiente. No hay una señal del Gobierno invitando al mundo petrolero para realizar nueva inversión en los campos operados por Petroecuador, en la novena Ronda y en el llamado tren-geológico ITT. Todo está atrasado. Ya es conocido que se necesitan unos 4 500 millones de dólares para llenar el oleoducto OCP y unos 2 500 para llenar el oleoducto Sote. Pero, las relaciones del Gobierno con las compañías petroleras establecidas en el país, se han deteriorado. Además las compañías han sufrido la incomprensión ciudadana y el embate de muchos detractores, prepotentes, ignorantes, chauvinistas, y "perros de hortelano" que no cesan de construir obstáculos para el normal desarrollo futuro del corazón económico de nuestro país, el petróleo. Este gobierno tiene características políticas especiales y puede dejar arreglado todo para atraer nueva inversión.