EL EURO PERMANECIO 11 AÑOS EN PROBETA ANTES DE NACER

Mientras el euro fue un esquema planificado para implantar una moneda única, la dolarización en la región americana suena como una tendencia no planificada hacia la unificación monetaria. La planificación al detalle parece caracterizar a Europa, que en 1991 decidió entrar a la unificación monetaria, pero tomando las precauciones del caso. La introducción de la nueva moneda fue un proceso lento que se desarrolló en tres fases. En la primera se abolieron todos los controles a los capitales y se fortaleció la independencia de los bancos centrales. La segunda era de convergencia económica. El déficit público, la deuda estatal, la inflación y las tasas de interés no podían pasar de un cierto nivel. La tercera fase comenzó en 1999, con el euro como moneda escritural y con la creación del Banco Central Europeo. Solo faltaba introducir el dinero físico, que tomó tres años de planificación y que entró en vigor este año.