EL NOBEL DE ECONOMIA RECONOCE EL PENSAMIENTO HETERODOXO

El economista Joseph Stiglitz fue galardonado con el premio Nóbel de Economía 2001, junto con sus compatriotas George Akerlof y Michael Spence. Sus trabajos acerca de las asimetrías de información y de mercados y el comportamiento de los agentes económicos en ese marco, es la referencia de la Academia para dar el premio. Stiglitz con sus trabajos llama la atención sobre que tanto las imperfecciones del mercado y de la circulación de la información deben modificar el análisis tradicional, si se pretende explicar los principales problemas que enfrentan las economías; el trabajo de Spence se refiere a la forma como los participantes en un mercado proceden en procesos de selección, en función de ciertas características inciertas, algunas de las cuales son señales de mercado; Akerlof, analiza los problemas de la anti-selección, que se reflejarían en la mala calidad de los productos transados en el mercado, cuando el oferente dispone de más información que el comrpador o prestatario. El Nobel rompe en cierta medida, con una línea que privilegió el pensamiento ortodoxo. En estas épocas de crisis que vivimos, podría tratarse de un llamado a la reflexión y al pensamiento alternativo.