LA CONTINGENCIA I: INSEGURIDAD ECONOMICA

Nuestro país, una vez que pereciera ver una luz al final del túnel respecto de su terrible crisis, enfrenta una serie de contingencias, como la inseguridad económica. Los sectores bananero y camaronero, afectados además en su competitividad regional por la dolarización, navegan en aguas tempestuosas. El precio del petróleo preocupa por la volatilidad de su mercado. En síntesis, este año las exportaciones caerán al menos un 5 por ciento, más las importaciones crecerán un 36 por ciento, dejando aún un déficit soportable, pero cuya tendencia constituye un grave riesgo para el esquema de dolarización vigente. El presupuesto general del Estado debe discutirse en forma técnica, racional, y no debe armarse simplemente por el lado de los egresos, aplicando el índice de inflación al gasto del año anterior, y luego ensayando como cubrir los egresos resultantes por la vía de mayores impuestos, incrementando las tasas de servicios básicos o subiendo los combustibles. Los gastos fiscales deben alimentarse de una eficiente recaudación tributaria, aplicada con equidad y deben ajustarse a la realidad nacional y a las necesidades del país.