Imagen de Google Jackets

SINDROME BANCARIO

Por: Tema(s): En: Hoy 1 ago. 2001, p. A. 4Resumen: El desplome de un banco, de cualquier banco, pero más de un banco grande, no es sólo un problema de la economía, sino de la política. Esto, parece que ignoraba el Gobierno de Gustavo Noboa, a tal punto que la opinión pública percibió con certeza que la tremenda decisión del cierre de Filanbanco no fue precipitada por la conducta de los depositantes en las ventanillas y en los cajeros automáticos, ni siquiera en las consabidas llamadas telefónicas de gente 'pesada', sino por las fallas de los administradores y la ausencia de control por parte de la Agencia de Garantia de Depósitos. El gabinete debería reconocer que, hoy, padece de un síndrome bancario. Es allí, en los bancos, donde la opinión pública le está tomando el pulso. Antes de hablar o callar, los ministros deberían preguntar cómo van los depósitos y cómo, los retiros en el sistema bancario. Ninguna otra encuesta será válida hasta que se exhiba la lista de los morosos del Filanbanco, reacios a pagar.
Etiquetas de esta biblioteca: No hay etiquetas de esta biblioteca para este título. Ingresar para agregar etiquetas.
Valoración
    Valoración media: 0.0 (0 votos)
Existencias
Tipo de ítem Biblioteca actual Signatura topográfica Info Vol Estado Fecha de vencimiento Código de barras
Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO Hoy. 1 ago. 2001, p. A. 4 Disponible

El desplome de un banco, de cualquier banco, pero más de un banco grande, no es sólo un problema de la economía, sino de la política. Esto, parece que ignoraba el Gobierno de Gustavo Noboa, a tal punto que la opinión pública percibió con certeza que la tremenda decisión del cierre de Filanbanco no fue precipitada por la conducta de los depositantes en las ventanillas y en los cajeros automáticos, ni siquiera en las consabidas llamadas telefónicas de gente 'pesada', sino por las fallas de los administradores y la ausencia de control por parte de la Agencia de Garantia de Depósitos. El gabinete debería reconocer que, hoy, padece de un síndrome bancario. Es allí, en los bancos, donde la opinión pública le está tomando el pulso. Antes de hablar o callar, los ministros deberían preguntar cómo van los depósitos y cómo, los retiros en el sistema bancario. Ninguna otra encuesta será válida hasta que se exhiba la lista de los morosos del Filanbanco, reacios a pagar.

No hay comentarios en este titulo.

para colocar un comentario.