SINUOSIDAD EN LA POSICION BANANERA

Desde hace ocho años no hemos sabido qué hacer respecto a las restricciones cuantitativas que la Unión Europea puso al comercio bananero. La volatilidad de la posición del Ecuador conspiró contra la posibilidad de utilizar las ventajas que pudo reinvindicar como principal exportador del mundo. Actuamos jurídicamente dentro de la OMC y ganamos tres paneles, que no nos han servido de mucho, pues no hemos vendido un solo banano más con esa acción que tuvo el alcance de un triunfo moral. Luego el Ecuador aceptó el sistema propuesto primer llegado primer servido, que ha la postre llegó a ser un globo de ensayo de algo que ya se aplicó antes en Italia con resultados dudosos. Y ahora el país ha aceptado lo sustancial del convenio comercial al que llegaron Estados Unidos y la Unión Europea, con pequeñas modificaciones. Ante la imposición de los que dominan el mercado bananero mundial el Ecuador poco podía hacer y tuvo que aceptar un sistema que privilegia a las empresas transnacionales que acaparan el 83 por ciento de las licencias de importación. El remanente del cupo, equivale al 17 por ciento, será objeto de licencias a los nuevos operadores. En cuanto al ofrecimiento de la Unión Europea de poner en vigencia en el año 2006 un arancel único es necesario destacar que depende de la altura del arancel para saber si es conveniente o no. Si el mercado europeo se abre irrestrictamente en el año 2006 no quiere decir que automáticamente se va vender más banano ecuatoriano, pues son las empresas transnacionales las que dominan el comercio internacional de esta fruta. Ojalá el sistema que ha aceptado el Ecuador sea beneficioso para vender al mejor precio posible, de modo que aumenten subtancialmente los ingresos de los trabajadores bananeros que en 50 años no han visto que su calidad de vida mejore.