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LA INFLACION Y LA DOLARIZACION

Por: Tema(s): En: Hoy 9 feb. 2000, p. A.4Resumen: Uno de los grandes beneficios de la dolarización es la convergencia de tasas de interés y precios a niveles internacionales. Esto quiere decir que el Ecuador podría contar con un crecimiento de los precios cercano al del mercado norteamericano y con tasas de interés en dólares, que si bien no se igualen a las vigentes en los Estados Unidos, sean sustantivamente inferiores a las tasas de interés en sucres. Debe insistirse en que siempre existirá un riesgo país aunque ya no haya el famoso riesgo cambiario. Sin embargo, hay un tema gravitante que puede ser la 'piedra de toque' para que el nuevo esquema brinde los resultados deseados: la política de fijación de precios públicos. Si el tiempo es la variable con la que hay que lidiar, una espera hasta julio de 2000 para proceder a ajustar los precios de la gasolina, el gas, el diésel, entre otros, puede resultar excesiva, inoportuna y desgastante. No veo razones económicas válidas que justifiquen diferir en cinco meses el ajuste de estos precios.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO RESUM-022819 (Navegar estantería(Abre debajo)) Hoy. 9 feb. 2000, p. A.4 Disponible

Uno de los grandes beneficios de la dolarización es la convergencia de tasas de interés y precios a niveles internacionales. Esto quiere decir que el Ecuador podría contar con un crecimiento de los precios cercano al del mercado norteamericano y con tasas de interés en dólares, que si bien no se igualen a las vigentes en los Estados Unidos, sean sustantivamente inferiores a las tasas de interés en sucres. Debe insistirse en que siempre existirá un riesgo país aunque ya no haya el famoso riesgo cambiario. Sin embargo, hay un tema gravitante que puede ser la 'piedra de toque' para que el nuevo esquema brinde los resultados deseados: la política de fijación de precios públicos. Si el tiempo es la variable con la que hay que lidiar, una espera hasta julio de 2000 para proceder a ajustar los precios de la gasolina, el gas, el diésel, entre otros, puede resultar excesiva, inoportuna y desgastante. No veo razones económicas válidas que justifiquen diferir en cinco meses el ajuste de estos precios.

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