COMO UN MECANISMO DE RELOJERIA

El obtener competitividad en el Ecuador, pasa por un punto fundamental: cambiar la concepción del Estado centralista, que pretende medir con el mismo rasero las aspiraciones de las distintas regiones del país, dejando a un lado la consideración fundamental de estimular su vocación productiva para aprovechar las ventajas naturales de las que cada una de ellas está dotada. Se puede afirmar que el Estado centralista con toda su carga de organismos nacionales radicados en Quito es el primer factor adverso a la competitividad. Si no se supera esa visión, todo esfuerzo por estimular la competitividad será vano, o por lo menos quedará condenado a reportar resultados mediocres. Pero además, la competitividad demanda el surgimiento de liderazgos bajo la propuesta de cumplir una misión que encarne aspiraciones de mejoramiento social con el progreso económico.