LA INJERENCIA DEL FONDO MONETARIO

La ingerencia del FMI nace de la necesidad que tiene el Estado ecuatoriano de negociar un Acuerdo de Monitoreo con el Fondo, para de esa forma poder lograr la refinanciación de los atrasos con el Club de París, que bordean los US300 millones. Es un acuerdo formal que empeña la toma de medidas de estabilización. Típicamente, el Fondo plantea una serie de objetivos macroeconómicos que tienen que ver con las metas del déficit fiscal, la evolución de los activos internos netos del Banco Central (expansión del crédito), la disposición de la reserva monetaria, y la evolución de la deuda pública. Detrás de estos objetivos están políticas de orden operativo normalmente referidas al ajuste y, en el momento presente, a medidas tales como la eliminación del subsidio al gas de uso doméstico, el reinicio de fórmulas de ajuste en los precios de los combustibles, la reforma tributaria y la política de crédito público. El Fondo va más allá y puede llegar a imponer condiciones puntuales como la venta del 35 por ciento de las acciones de EMETEL en un plazo determinado, para poder llegar a un Acuerdo que daría paso a la refinanciación del Club de París. Dicho de otra forma, el FMI como representante de la comunidad internacional, propone medidas de condicionalidad que, en el caso ecuatoriano, se originan en la falta de una política de Estado en materia de manejo fiscal.