CON LOS POBRES O CONTRA LOS POBRES

Es poco probable que el gobierno pueda cumplir la propuesta de favorecer a los más necesitados. Su campo de acción es limitado, sobre todo en lo económico. En términos fiscales la limitación se origina en la deuda externa, que es la causa fundamental del déficit fiscal. En lo ideológico los organismos multilaterales y los "populistas del mercado" obligan a repetir el mismo ajuste. Con su manejo económico el gobierno aplica las mismas recetas anteriores, que cobrarán más profundidad con el nuevo paquete. En lo social, las medidas mantendrán, con excepción de la política salarial, el engaño denominado "política social focalizada", inspirado por el Banco Mundial. En este escenario el gobierno, para lograr recursos fiscales, forzará las privatizaciones, concesiones o capitalizaciones, debilitando a las organizaciones sociales más poderosas. Adicionalmente, se debilitarán las fuerzas sociales y, una vez ocupados los organismos de control del Estado, se podría tratar de subordinar la justicia y así concentrar el poder. Todo esto facilitará el enriquecimiento del grupo que rodea al presidente, y los pobres serán los que enfrenten la mayor carga.