EL PRE ESTIRA LOS MERCADOS

La política oficial sobre la leche y el pan parece tener una singular estrategia: hacerlas crecer a fuerza de cantidad, extendiendo la demanda, pero controlando las ganancias. ¿Cómo se planea el crecimiento de estos sectores productivos? Tanto con las industrias de la leche Indulac y La Avelina como la del pan Baguette de Guayaquil se apunta a una baja rentabilidad por unidad. La recompensa vendrá después, cuando el mercado garantice un amplio número de consumidores. Con un pan de S/. 100 y un litro de leche de S/. 800, es la primera forma de salir airoso en este negocio. Por eso, la rentabilidad empresarial de la leche Abdalact no supera los S/. 10/litro según sus gestores. El procesamiento de ésta se sustenta en que no puede haber ganadería desarrollada, sin su correspondiente volumen de demandantes. De acuerdo con el MAG, hay un dèficit, del 39 por ciento en la producción de leche para abastecer el consumo nacional recomendado por el Instituto Nacional de Nutrición. Allí se sustenta el decreto del Presidente que autoriza, de ser necesario, importar hasta por 2.400 toneladas métricas por año. Ahí también creció el conflicto con los ganaderos de la Sierra. Con esa cantidad se estaría cubriendo el 10 por ciento de la producción nacional de leche pasteurizada, cantidad suficiente para hacer tambalear a los negocios lecheros actuales.