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ESTALLA LA CRISIS DE LOS POBRES EN LOS ESTADOS UNIDOS

Por: Tema(s): En: El País 4 ago. 1996, p.4Resumen: El presidente Clinto, mostrando que ésta era una de las decisiones más difíciles de su vida, anunció el miércoles pasado su respaldo a una nueva ley que pone fin a los beneficios (en inglés se conoce como walfare) que los pobres norteamericanos ganaron con el New Deal. No es más que el reconocimiento de una realidad que las estadísticas reflejan desde hace años: los 40 millones de pobres han quedado al margen del fuerte crecimiento económico experimentado en esta década. El abismo que separa los ricos de los pobres en EE.UU. ha crecido en los años noventa igual que aumentó en los ochenta. Tanto el presidente como el Congreso justificaron esta nueva ley como un intento de evitar la bancarrota en que caería el sistema de asistencia pública de continuar por más tiempo con el modelo actual. Los puntos esenciales de la nueva ley son los siguientes: 1.- Ahorro de US55.000 millones en el plazo de seis años. 2.- La autoridad para administrar la asistencia pública pasa del Gobierno Federal a los Estados. 3.- La cobertura, que antes indefinida, ahora se limita a cinco años. Un 20 por ciento puede quedar excluído de ese límite por razones de especial necesidad. 4.- La asistencia concluirá si el beneficiario no ha encontrado trabajo a los dos años. 5.- Los beneficiarios tienen que prestar un servicio comunitario a partir de los dos meses de recibir asistencia. 6.- Los pagos a las madres de menos de 18 años estarán condicionados a que éstas sigan asistiendo a la escuela y vivan con un adulto. 7.- Los Estados deben limitar sus gastos en welfare al 75 por ciento de lo gastado en 1994. 8.- Se mantienen sin reformas los programas de asistencia sanitaria para los pobres. 9.- Los inmigrantes legales perderán sus beneficios si no aceptan la nacionalidad norteamericana. 10.- Las madres solteras perderán el 25 por ciento de sus beneficios si se niegan a identificar al padre de sus hijos. En cuanto a la cifras del welfare en Estados Unidos son las siguientes: 26 millones de personas reciben cupones para la compra de la comida, lo que le cuesta al Estado US29.000 millones al año. 13 millones reciben ayuda para familias con hijos dependientes. Ese programa cuesta US22.000 millones al año. 6,5 millones de mayores de edad y enfermos reciben ayuda por falta de otros ingresos. El coste es de US26.000 millones. 9 millones de niños reciben ayudas públicas, de los cuales más de la mitad han nacido fuera de una pareja formalmente constituída y una tercera parte no conoce a su padre. Una quinta parte de esos niños tienen madres menores de 21 años. La media que cobran los beneficiarios del welfare es de US375 al mes. El 38 por ciento de los receptores del welfare son blancos, el 37 por ciento, negros y el 19 por ciento hispanos. Un 5 por ciento son inmigrantes sin ciudadanía norteamericana. Un 78 por ciento de los norteamericanos, según una encuesta de The New York Times, son partidarios de reformar el sistema actual.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO RESUM-008302 (Navegar estantería(Abre debajo)) El País. 4 ago. 1996, p.4 Disponible

El presidente Clinto, mostrando que ésta era una de las decisiones más difíciles de su vida, anunció el miércoles pasado su respaldo a una nueva ley que pone fin a los beneficios (en inglés se conoce como walfare) que los pobres norteamericanos ganaron con el New Deal. No es más que el reconocimiento de una realidad que las estadísticas reflejan desde hace años: los 40 millones de pobres han quedado al margen del fuerte crecimiento económico experimentado en esta década. El abismo que separa los ricos de los pobres en EE.UU. ha crecido en los años noventa igual que aumentó en los ochenta. Tanto el presidente como el Congreso justificaron esta nueva ley como un intento de evitar la bancarrota en que caería el sistema de asistencia pública de continuar por más tiempo con el modelo actual. Los puntos esenciales de la nueva ley son los siguientes: 1.- Ahorro de US55.000 millones en el plazo de seis años. 2.- La autoridad para administrar la asistencia pública pasa del Gobierno Federal a los Estados. 3.- La cobertura, que antes indefinida, ahora se limita a cinco años. Un 20 por ciento puede quedar excluído de ese límite por razones de especial necesidad. 4.- La asistencia concluirá si el beneficiario no ha encontrado trabajo a los dos años. 5.- Los beneficiarios tienen que prestar un servicio comunitario a partir de los dos meses de recibir asistencia. 6.- Los pagos a las madres de menos de 18 años estarán condicionados a que éstas sigan asistiendo a la escuela y vivan con un adulto. 7.- Los Estados deben limitar sus gastos en welfare al 75 por ciento de lo gastado en 1994. 8.- Se mantienen sin reformas los programas de asistencia sanitaria para los pobres. 9.- Los inmigrantes legales perderán sus beneficios si no aceptan la nacionalidad norteamericana. 10.- Las madres solteras perderán el 25 por ciento de sus beneficios si se niegan a identificar al padre de sus hijos. En cuanto a la cifras del welfare en Estados Unidos son las siguientes: 26 millones de personas reciben cupones para la compra de la comida, lo que le cuesta al Estado US29.000 millones al año. 13 millones reciben ayuda para familias con hijos dependientes. Ese programa cuesta US22.000 millones al año. 6,5 millones de mayores de edad y enfermos reciben ayuda por falta de otros ingresos. El coste es de US26.000 millones. 9 millones de niños reciben ayudas públicas, de los cuales más de la mitad han nacido fuera de una pareja formalmente constituída y una tercera parte no conoce a su padre. Una quinta parte de esos niños tienen madres menores de 21 años. La media que cobran los beneficiarios del welfare es de US375 al mes. El 38 por ciento de los receptores del welfare son blancos, el 37 por ciento, negros y el 19 por ciento hispanos. Un 5 por ciento son inmigrantes sin ciudadanía norteamericana. Un 78 por ciento de los norteamericanos, según una encuesta de The New York Times, son partidarios de reformar el sistema actual.

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