REGIMEN BANANERO DE LA UE ES RIDICULO

El economista Brent Borrel, del Centro de Estudios Económicos Internacionales de Canberra Australia, acaba de publicar un nuevo estudio sobre el régimen de importación de bananos de la UE, titulado " Beyond EU Bananarama 1993: The Story Gets Worse", bajo los auspicios del Banco Mundial. Este es el tercer estudio que ha preparado Borrel para el Banco Mundial sobre este tema y ha causado conmoción en la opinión pública europea un mes antes de que en Ginebra se realice la primera audiencia ante el panel solicitado por Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras y México para examinar la incompatibilidad del régimen europeo con el GATT y los Acuerdos Agrícola, de Servicios de Licencias de Importación y de Inversiones relacionadas con el Comercio. Sostiene Borrell que al consumidor europeo le cuesta dos billones de dólares anuales este sistema, supuestamente para beneficiar a los países ACP, ex colonias de Europa en Africa, el Caribe y el Pacífico, que apenas reciben US151 millones mientras aproximadamente US1.859 millones quedan en manos de los intermediarios europeos. Los beneficiarios son los llamados operadores B, con la firma irlandesa Fyffes a la cabeza, que nunca han exportado bananos de América Latina y reciben el 30 por ciento de las licencias de importación de los bananos latinoamericanos. El perjuicio para los exportadores latinoamericanos es de US151 millones por año aproximandamente, mientras el consumo en Europa ha bajado el 11,5 por ciento debido al alza del 42 poor ciento del precio para el consumidor alemán. Borrel propone que lo mejor para los intereses de todas las partes, comenzando por los consumidores europeos que tendrían un mejor producto a precios más convenientes, es que se libere el mercado para los bananos de América Latina, que se imponga solo un arancel de 20 por ciento que ya existe, y que el producto de estas recaudaciones se entregue directamente como ayuda económica a los países ACP, que recibirían así ayuda más concreta y que ahora se quedan en manos de los intermediarios.