EL NUEVO MODELO Y LA ESTABILIDAD MACROECONOMICA

Al haberse desincautado las divisas, liberalizado las tasas de interés e introducido las mesas de dinero y de divisas para controlar la expansión monetaria, la administración del Ar. Sixto Durán Ballén proyectó un esquema de mayor libertad asignando al mercado un rol más transparente. La reserva monetaria subió de US311 a US1.571 millones ( US26 millones por mes), mientras en la administración del Dr. Borja se elevó en US586 millones con un promedio de US12 millones mensuales. Ha contribuído a esta dinamización del comercio exterior, producto del nuevo modelo económico, pues el primer semestre de 1992 habia subido apenas a US1.491 millones, mientras en el primer semestre de este año alcanzan a US2.240 millones. En cuanto a los ingresos de los trabajadores, la mejora es igualmente importante, porque los ingresos en dólares que entre agosto de 1992 y agosto de 1988 subieron en un 43 por ciento al pasar de US60 a US86, en este momento el incremento real en la remuneración de los trabajadores se aplica en el sector moderno de la economía ya que en el sector informal en el que se ubican el 45 por ciento de la población de las urbes, el salario promedio de los trabajadores es inferior al mínimo vital. Desde luego que la desocupación, de alrededor del 8 por ciento constituye uno de los elementos negativos de la política social del actual gobierno, porque activa el desarrollo de la pobreza cuyos índices también (35 por ciento) son preocupantes. Uno de los efectos más elocuentes del modelo económico en cuanto liberalizó las tasas de interés se relaciona con el estímulo al ahorro que comparado en dólares fue de US557 millones en julio de 1996, debiendose destacar que de este monto la mayor parte (85 por ciento) está en sucres, lo cual es una excelente señal de la confianza del ahorrista doméstico al invertir en sucres, de allí la estabilidad cambiaria que se ha dado con las bandas de flotación constituye también una política idónea en el fomento del ahorro.