LA TENUE FORTALEZA DE LA BANCA

La operación de rescate del Banco Continental realizada por el Banco Central del Ecuador mediante la concesión de un préstamo subordinado por US485 millones, ha tenido una serie de repercusiones, que han pasado del campo puramente financiero al político y judicial. En base a este antecedente, el sistema bancario mundial desde 1970, en que se abandonaron las tasas fijas de cambio establecidas en Bretton Woods, en 1945, ha pasado por muchos problemas serios que incluyen: el de la deuda latinoamericana, la quiebra del sistema de las asociaciones de ahorro y crédito que le costó al gobierno de los Estados Unidos US150.000 millones, el colapso reciente en febrero de 1995, del Banco Barings de Gran Bretaña, las pérdidas del Credit Lyonnais, en Francia, que declaró péridas de US 4.200 millones entre 1992-94 y el plan de emergencia que recientemente, en mayo, tuvo que aplicar el Gobierno italiano, para salvar al Banco de Napoli que perdió US2.000 millones en 1995. Hasta los banco japoneses parecen haber sido contagiados por esta epidemia de dificultades. En América Latina, son bien conocidos los problemas por los que atravesó y aún siguen en México y Venezuela, a los cuales hay que añadir ahora los de la banca brasileña: en agosto pasado el Banco Económic, el octavo más grande del Brasil, fue intervenido por el Banco Central. A fin de evitar este riesgo, los gobierno han desarrollado y perfeccionado tres opciones de solución. La primera es establecer, como en el Ecuador, un prestmista de última instancia, que generalmente es el Banco Central. La segunda es el seguro de depósitos que no existe en el país. La tercer opción es la regulación y su previsión del sistema bancario, que se aplica en todos los países del mundo.