INCIERTAS PERSPECTIVAS ECONOMICAS

Cualquiera que llegue al Gobierno enmarcará su programa en la doctrina de mercado y deberá mantener ciertas medidas de política que, de ser eliminadas, reducirían a cero los adelantos que se han alcanzado en los equilibrios macroeconómicos, aunque esto hayan sido logrados a costa del sacrificio de la mayor parte del pueblo ecuatoriano. Si la victoria es del Partido Social Cristiano, puede esperarse que se continúe, por lo menos hasta finales de año, con el modelo de mantenimiento de equilibrios macroeconómicos que ha venido siendo aplicado desde 1992; aunque es posible que se dé un margen mayor de flotación del dólar, para así compensar una muy probable baja, forzada oficialmente, de las tasas de interés. El gasto fiscal seguiría siendo controlado, aunque no con la rigidez observada hasta la presente, lo cual sin embargo, no impedirá que la inflación llegue a niveles bastante mayores que los de 1995. Si accede al poder el Partido Roldocisto Ecuatoriano, de corte netamente populista, las políticas y acciones inmediatas son mucho más difíciles de prever. No sólo por la menor precisión de su modelo, sino por las características imprevisibles de comportamiento de quien ocuparía la presidencia. Es probable, sin embargo, que las primeras acciones económicas sean similares a las del Gobierno Socialcristiano: un ajuste en la tasa de cambio y una baja obligada de las tasas de interés. Esta última sería más drástica que en el primer caso, fijándose a niveles que podrían generar dificultades al sistema financiero, para el cual el candidato populista no muestra partícular afecto. El argumento podría ser la necesidad, innegable, de impulsar de inmediato al sector productivo.