UNA CANASTA FAMILIAR PARA FIN DE SIGLO

La elaboración de una nueva canasta básica tiene efectos importantes en el sector real. El actual índice de precios al consumidor parte de un conjunto de artículos en el área urbana y toma como año base 1978-1979. Pero los hábitos de consumo han variado y por ello se han dado efectos distorsionadores en la interpretación de las cifras del IPC: se ha generado una sensación de pobreza que puede ser menor a la real, si se compara el poder adquisitivo del salario en el Ecuador con el de los demás países de la región. Por otro lado, el IPC es fundamental para la administración del Presupuesto del Gobierno Central, especialmente para calcular los ingresos que se producen por impuesto a la renta e IVA. La credibilidad en el índice de precios permitirá mejores consensos en materia de salarios entre trabajadores y empleadores; en el sector financiero y el de la construcción será la mejor fórmula para bajar las tasas de interés y lograr ahorro y crédito a mediano y largo plazo.