POR UN ACUERDO NACIONAL CONTRA LA POBREZA

En el Ecuador el 47 por ciento de la población estaba en situación d e pobreza, el 57 en 1987, el 65 en 1992 y el 67 en 1995. En 14 años de ajustes de inspiración neoliberal no se ha mejorado en este aspecto. El primer punto de una política económica diferente exige un acuerdo para enfrentar la pobreza. Se debe recordar que la separación entre producción y distribución, pregonada por los neoliberales, no existe en economía y que lo que interesa realmente es como esas dos funciones se complementan y se determinan recíprocamente: cómo la distribución incide en las decisiones productivas para reactivar la economía. Se requiere de una reactivación concertada sustentada en una dispersión de los ingresos de las exportaciones y en un manejo salarial dinámico. Estas herramientas, en un marco de claras políticas estructurales y crediticias inducirán a que el aparato productivo procese bienes de consumo para las mayorías y resuelva los retos de la globalización. Para disminuir la pobreza se debe empezar por reducir la excesiva concentración de la riqueza, empezando por el cobro efectivo de los tributos. Sólo así se podrá impulsar los cambios económicos, sociales y políticos.