CRECIMIENTO CERO

La economía ecuatoriana creció a una tasa del 2,3 por ciento en 1995, y que el déficit fiscal fue equivalente al 1,3 por ciento del PIB. La lectura de esos índices tiene varias interpretaciones. Pero en el fondo, significa que el país no ha crecido. Que hay menos bienestar. Que hay pobreza. Y que los programas de ajuste no han logrado lo que sus inspiradores propusieron. Lo que en verdad indica esta tasa de crecimiento, es que la política de estabilización de corto plazo que el Gobierno ha optado como modelo, está agotado. El déficit fiscal es otro indicador preocupante. Será acaso posible, para la economía ecuatoriana, crecer a tasas similares a las que tienen sus vecinos ? ¿Que se necesita? De mantenerse la situación, los pronósticos son desanlentadores. Apelo a uno: César Robalino, que fue ministro de Finanzas en varios gobiernos, sostiene basándose en la simpleza de lo que él denomina la aritmética del crecimiento económico que si se mantiene la tasa de crecimiento anual del 3 por ciento y si se reduce el índice de natalidad, se requerirá por lo menos 50 años para duplicar el ingreso por habitante.