UN MAMOTRETO JURIDICO

La ley eléctrica, como está planteada, es un mamotreto jurídico que no ataca las cuestiones de fondos. Lo importante es buscar ampliar la generación de electricidad. Para ello, hay que crear un marco jurídico adecuado, en el que intervenga el inversionista privado y el extranjero. La ley lo que plantea es la eliminación del INECEL y facilita el control de las actuales instalaciones por parte de los inversionistas privados, con un sistema sui géneris, que es vender el 39 por ciento de las acciones y que el negocio pase a una empresa. Por otro lado, al vender el 10 por ciento de las acciones a los trabajadores es comprarlos para restar su capacidad de respuesta. ¿De dónde van obtener dinero para adquirir las acciones?. Lo de fondo es que se invierta en plantas de hidroenergía. Y que se proponga un marco competitivo para la generación de electricidad, permitiendo que intervenga la empresa privada, las estatales, o crear empresas estatales independientes (Agoyán, Paute, Pisayambo, Esmeraldas), asociadas a un holding. La transmisión no hay por que privatizarla, si INECEL lo hace bien a través de l sistema nacional interconectado. En la distribución, hay que crear empresas mixtas, en las que podrían participar los trabajadores, los usuarios, los gobiernos seccionales y la inversión privada. La política de tarifas debe considerar los conceptos sociales, ambientales y otros propios del sector.