EL ESQUEMA SALARIAL

El nuevo movimiento de los salarios se ha concretado en el marco que viene siendo de rutina. El Gobierno expone sus razones y el sector laboral las suyas. Mientras tanto, va quedando en claro que sigue profundizándose el desorden y no hay perspectivas de una fórmula más organizada y real. Quedan en pie amplias posibilidades para la discrepancia. El sector oficial, evidentemente, cuida su política anti inflacionaria, una meta básica de sus programas. Reitera así su convencimiento de que el mejor aporte para la mayoría nacional es un incremento real del salario y no presuntos aumentos nominales que luego queden en poco o en nada. A su vez, la dirigencia laboral desea un aumento mayor. Las aspiraciones son mayores a las ofertas y de allí el reclamo. Lo que sucede es que la protesta es tan reiterada que a veces pierde su eficacia. Una perspectiva optimista sería que el salario sea resultado de un consenso pero ello no se da en vista de que cada sector tira por su lado, en busca del cumplimiento de sus objetivos propios.