LUCES MORTECINAS

Voces autorizadas han advertido que si el Gobierno no toma las medidas emergentes en el campo energético, el próximo estíaje previsto para fines de este año hará crisis. Varias veces se ha advertido que el sector eléctrico no sólo debe atender en forma normal la demanda del país creciendo ahora a una tasa del 7

anual, sino que debe mantener un grado de confiabilidad que nos permita a los ecuatorianos vivir tranquilos. Está cuestionada no sólo la equivocada política de electrificación sino la existencia o no, la ejecución o no de esa política y su verdadero sentido. Cualquier país debe tener un abastecimiento eléctrico relativamente confiable que le permita a sus habitantes desarrollar sus tareas con cierta normalidad. Organismos Internacionales de desarrollo calculan que la pérdida del PIB del Ecuador por la falta de generación eléctrica suficiente equivale a un dólar por kilowatio hora (Kw/h) no generado. El Ecuador consume un promedio de 24 millones de kw/h al día que de 7.2 millones de kw/h al día que se dejaron de generar equivalente a un perjuicio total de 108 millones de dólares, sin considerar el efecto multiplicador negativo que lo anterior implica ni las consecuencias sociales que conlleva la falta de un servicio realmente estratégico como este.