A UN PASO DE GUERRA COMERCIAL

El presidente de EE.UU, Bill Clinton, dió un paso más hacia la guerra comercial con Japón, al anunciar su intención de imponer sanciones por un valor de US5.900 millones si Tokio no abre su mercado automovilístico. " El gobierno japonés sabe que tenemos intereses comunes muy importantes, de seguridad y de otro tipo, y no podemos permitirnos que se rompan todas nuestras relaciones por esto, pero no podemos ocultarlo por más tiempo", dijo Clinton. Las sanciones representan un incremento del ciento por ciento de los aranceles que pagan esas exportaciones japonesas, lo que motivaría una duplicación de su precio y, virtualmente, los dejaría fuera del mercado estadounidense por poco competitivas. Las sanciones económicas definitivas no entrarán en vigor hasta el 28 de junio, ya que es necesario antes un período de prueba y, por tanto, existe todavía una posibilidad de evitar la confrontación comercial entre los dos colosos económicos. El gobierno de Murayama asegura que no nantiene barreras a la importación de vehículos o repuestos de EE.UU., sino que son los consumidores japoneses que no los compran por considerarlos de inferior calidad a los europeos o los nacionales.