EL PACTO ANDINO Y PERU

El Acuerdo de Cartagena cumplirá 26 años este mes y ha quedado lejos de cumplir con sus objetivos iniciales, que fueron ambiciosos a la par que ingenuos. Si bien se ha llegado a establecer una zona de libre comercio entre Venezuela, Colombia y Ecuador, y un arancel externo que tiene todavía importantes desacuerdos, Perú y Bolivia se han desvinculado en la práctica. Bolivia nunca fue un socio activo y sus ojos estaban volcados más bien al Cono Sur. En cambio Perú siempre fue un socio activo. Obtuvo, invocando razones de filosofía económica y la necesidad de restablecer su economía, una salvaguardia para mantenerse al margen de compromisos arancelarios. Aparentamente no existe ambiente para prorrogar el plazo de la salvaguardia y tampoco la intención del Perú de asumir inmediatamente sus compromisos, pero sería un error intentar forzarlo a hacerlo. Y el Ecuador debe actuar con extremo cuidado en ese sentido debido a la situación actual entre los dos países. Cualquier esfuerzo por no debilitar el Pacto, para no desequilibrar la posición ecuatoriana entre los dos vecinos y socios y para fortalecer los lazos comerciales y de coinversión como base para un acuerdo limítrofe, será justificado y necesario.