A. LATINA INCUBA UNA NUEVA CRISIS

América Latina ha sido el mejor escenario para poner a prueba las teorías liberales. Luego de una década de ajustes económicos, la calidad de vida de sus habitantes ha retrocedido. Las economías más grandes de la región no están creciendo sobre bases sólidas, que permitan generar un crecimiento autosostenido, sustentado en endeudamiento externo y no en el ahorro interno. Si el flujo de recursos externos llega a interrumpirse, el andamiaje se desmorona, tal como sucedió con la primera crisis de la deuda, y como está sucediendo con México y próximamente con Argentina, que ha tenido que dolarizar su economía ante la inminencia del descalabro. A esta situación conducen las políticas neoliberales que utilizan el tipo de cambio como ancla nominal para bajar la inflación. Los países pierden competitividad por la sobrevaluación de sus monedas, originando déficits en la cuenta corriente de la balanza de pagos. Esta pérdida de competitividad se produce cuando los organismos financieros internacionales presionan por una apertura económica.