SOMBRIO FUTURO ELECTRICO

Preocupa la declaración del ministro de Energía, Galo Abril, de que los proyectos termoeléctricos para Guayaquil no son necesarios, pues los proyectos hidroeléctricos previstos entrarán en funcionamiento recién a comienzos del próximo siglo, así como su actitud respecto a que las inversiones en el sector eléctrico deben ser a riesgo total del inversionista. El gobierno, empeñado en una privatización a ultranza, no desea asegurar mercado, tarifas ni rentabilidad a los inversionistas. Empresas extranjeras han manifestado interés en ejecutar varios proyectos hidroeléctricos bajo el sistema BOT, pero esperando que el gobierno les asegure la compra de potencia y energía, o sea que les asegure rentabilidad. Es necesario que el gobierno entienda que el país requiere de un período de transición entre un esquema estatista y otro de libre competencia. Si no hay las suficientes garantías para los inversionistas por medio de un cambio en el marco legal, la situación de la energía eléctrica en el país puede tornarse muy grave en 2 0 3 años.