Estancamiento Expreso

El Banco Mundial acaba de publicar su evaluación bianual de la economía latinoamericana. El reporte, aptamente titulado "El estrecho sendero que Latinoamérica debe seguir en la ruta del crecimiento", añade como subtítulo "Los desafíos macroeconómicos de la desaceleración" y concluye que la desaceleración de la región coincide con el fin del período que denomina "El ciclo China". Latinoamérica, productora importante de productos básicos y materias primas se benefició de los cambios en la demanda agregada y de los precios que la acompañaron, tal cual lo hiciera 40 años atrás. El ciclo se caracterizó por la expansión en la inversión gubernamental y la afluencia de recursos externos de inversión, por lo que su conclusión ha traído consigo el deterioro de los términos de intercambio y la desvalorización de los tipos de cambio. Aparte del diagnóstico propiamente, hay dos temas que resaltar en el informe: primero, el cambio en tendencias es permanente; no se trata entonces de una perturbación pasajera en la bonanza. Segundo, las políticas de crecimiento que deben implementarse demandan cambios de fondo en el manejo fiscal y es menester incrementar el ahorro nacional como fuente sustentable de expansión económica. Son argumentos que hemos sostenido en varias ocasiones y que demandan la atención prioritaria del Gobierno, más aún frente a la acumulación de evidencias de deterioro fiscal, crecimiento de la deuda pública, decisiones controvertidas respecto de la seguridad social, desempleo creciente, y estancamiento económico.