Imagen de Google Jackets

Sin santo no hay milagro Vicente Albornoz Guarderas

Por: Detalles de publicación: Quito Grupo El Comercio C.A. 2015Descripción: p. 8Tema(s): Recursos en línea: En: El Comercio Año 110 N° 40698 (11 ene. 2015)Resumen: ¿Y cuál es el santo para el milagro ecuatoriano? Pues el alto precio del petróleo. Nuestro “milagro” que podría ser descrito como la confluencia de estabilidad política, ampliación de infraestructura, mejora de servicios públicos y aumento de la capacidad adquisitiva, tuvo un gran responsable: san petróleo del alto precio, claro que así con minúsculas nomás, porque no es un santo verdadero sino una feliz coincidencia (entre 2005 y 2012) de una alta demanda de crudo y una oferta limitada a nivel mundial. Pero las cosas cambiaron y la demanda se estancó mientras la oferta creció. En otras palabras, san petróleo del alto precio ya no existe. Y sin santo no hay milagro. Al paso que vamos, habrá que encomendarnos a Santa Rita, patrona de las causas perdidas, porque así de difícil parece liberar a este país del populismo para que no nos sigamos farreando los ‘booms’ petroleros.
Etiquetas de esta biblioteca: No hay etiquetas de esta biblioteca para este título. Ingresar para agregar etiquetas.
Valoración
    Valoración media: 0.0 (0 votos)
No hay ítems correspondientes a este registro

¿Y cuál es el santo para el milagro ecuatoriano? Pues el alto precio del petróleo. Nuestro “milagro” que podría ser descrito como la confluencia de estabilidad política, ampliación de infraestructura, mejora de servicios públicos y aumento de la capacidad adquisitiva, tuvo un gran responsable: san petróleo del alto precio, claro que así con minúsculas nomás, porque no es un santo verdadero sino una feliz coincidencia (entre 2005 y 2012) de una alta demanda de crudo y una oferta limitada a nivel mundial. Pero las cosas cambiaron y la demanda se estancó mientras la oferta creció. En otras palabras, san petróleo del alto precio ya no existe. Y sin santo no hay milagro. Al paso que vamos, habrá que encomendarnos a Santa Rita, patrona de las causas perdidas, porque así de difícil parece liberar a este país del populismo para que no nos sigamos farreando los ‘booms’ petroleros.

No hay comentarios en este titulo.

para colocar un comentario.