¿Alcanzará la sábana? Walter Spurrier Baquerizo

Es objetivo del Gobierno universalizar la seguridad social. En estos ocho años se incrementó fuertemente el número de afiliados, fortaleciendo las finanzas del IESS, puesto que los recién entrados tendrán que aportar por décadas antes de acceder a la jubilación. La seguridad social es una de las grandes conquistas del siglo XX. Antes solo las personas con muy sólido patrimonio podían retirarse y vivir dignamente sin contar con ingresos producto del trabajo o que sus hijos los mantengan Lo que todos los afiliados debemos temer, y procurar que no suceda, es que el día que nos retiremos, luego de décadas de aportar el 20% de nuestro sueldo (entre patrono y trabajador), el IESS se declare insolvente y no pague las pensiones. Los recientes hechos económicos y ciertas propuestas legales acrecientan el peligro de que a futuro el IESS no pueda cumplir con sus obligaciones. El IESS tiene que cuadrar los egresos por prestaciones y los ingresos por aportes, sean de patronos, afiliados o Estado. Ahora que se les recorta el aporte estatal, se propone ampliar la cobertura. Menos ingresos, más egresos. La propuesta de extender la cobertura del IESS a las madres de familia cuyo trabajo en el hogar no es remunerado es positiva en tanto esté debidamente financiada. Pero el proyecto de reformas parecería otorgar beneficios altos en relación con los modestos aportes. Toda propuesta del Ejecutivo de incrementar coberturas debe venir acompañada de un riguroso estudio del IESS o auditores independientes de su viabilidad. Las autoridades deben actuar con prudencia.