La nueva afiliación deja fuera a la salud

Los cambios laborales que plantea el Ejecutivo no tendrán un efecto inmediato. Al menos no los de seguridad social. En la afiliación a amas de casa, por ejemplo, habrá que esperar 20 años para ver resultados. Según el Capítulo III de Pensión por jubilación de la reforma, que presentó el presidente Rafael Correa el sábado, para que una persona acceda al beneficio son necesarios dos requisitos: tener 240 aportaciones mensuales (20 años) y al menos 65 años de edad. La regulación varía en caso de que el nuevo aportante sufra un accidente que produzca alguna discapacidad. Hugo Villacrés, presidente del Directorio del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), explicó que la entidad no tendrá mayores inconvenientes para lidiar con los nuevos aportantes. Para cuando haya jubilados ya existirán recursos de sus aportaciones. El problema será menor porque, además, la cobertura ofrecida no incluye servicios de salud. Las amas de casa no podrán acceder a la red de medicinas, hospitales y centros de atención del IESS. Villacrés dijo a EXPRESO que el principio de universalizar la seguridad social es positivo y que en los próximos días se analizarán las condiciones técnicas para asegurar a quienes realizan actividades no remuneradas y a los trabajadores autónomos.