NO QUEMAR TANTO PETROLEO
Tema(s): En: El Telégrafo 15 mayo 2013, p. 12Resumen: En la revista The Economist, de fuerte tendencia neoliberal, hay un artículo -en el número de 4 de mayo pasado-, en el que es posible leer algunas interesantes verdades. Sin hacer referencia expresa a la propuesta Yasuní-ITT, curiosamente nos da la razón, comenzando desde su mismo título: Unburnable Fuel; es decir, combustibles fósiles que no se deben quemar. La mejor política es dejar en el suelo -y para siempre- una proporción muy grande de las reservas existentes de petróleo, gas y carbón. No podemos confiar en milagros tecnológicos (technological fixes) como el secuestro de carbono o los disparates de la geo-ingeniería, como son fertilizar el océano con partículas de hierro -sin pensar en efectos secundarios-, o poner dióxido de azufre en la atmósfera. La solución para no pasarnos del límite de dos grados de aumento de temperatura es, al menos, extraer y quemar los combustibles fósiles de manera mucho más lenta a lo largo del tiempo. Y eso es lo que justamente Ecuador propone con la iniciativa Yasuní-ITT, no solo por razones de cambio climático sino también por respeto a los derechos de la gente y por la conservación de una biodiversidad única. Hasta The Economist nos está dando la razón, como pioneros, sin siquiera reconocer nuestra propuesta.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Telégrafo. 15 mayo 2013, p. 12 | Disponible |
En la revista The Economist, de fuerte tendencia neoliberal, hay un artículo -en el número de 4 de mayo pasado-, en el que es posible leer algunas interesantes verdades. Sin hacer referencia expresa a la propuesta Yasuní-ITT, curiosamente nos da la razón, comenzando desde su mismo título: Unburnable Fuel; es decir, combustibles fósiles que no se deben quemar. La mejor política es dejar en el suelo -y para siempre- una proporción muy grande de las reservas existentes de petróleo, gas y carbón. No podemos confiar en milagros tecnológicos (technological fixes) como el secuestro de carbono o los disparates de la geo-ingeniería, como son fertilizar el océano con partículas de hierro -sin pensar en efectos secundarios-, o poner dióxido de azufre en la atmósfera. La solución para no pasarnos del límite de dos grados de aumento de temperatura es, al menos, extraer y quemar los combustibles fósiles de manera mucho más lenta a lo largo del tiempo. Y eso es lo que justamente Ecuador propone con la iniciativa Yasuní-ITT, no solo por razones de cambio climático sino también por respeto a los derechos de la gente y por la conservación de una biodiversidad única. Hasta The Economist nos está dando la razón, como pioneros, sin siquiera reconocer nuestra propuesta.
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