¿CONTROL DE PRECIOS?

El gobierno nacional decretó un mecanismo de control de precios a nivel de mercados mayoristas para 43 productos alimenticios de muy diverso tipo: carnes, lácteos, huevos, arroz, hortalizas y frutas. Cabe hacer varias observaciones a este decreto. En primer lugar su oportunidad, pues no se está produciendo un proceso especulativo en los alimentos. La publicación del INEC en estos días señala por el contrario una reducción de la tasa de inflación. Ello no deja de inquietar, pues no son claras las causas del decreto y ello genera suspicacias sobre los reales motivos. En segundo lugar, cabe preguntarse por qué se seleccionaron tales productos y solo a los mercados mayoristas. En tercer lugar, la metodología me parece poco adecuada. Si el gobierno quiere establecer una franja de precios como ha señalado el ministro León, mejor hubiese sido utilizar el precio medio y calcular la desviación estándar, lo que permite justamente tener un precio piso y uno techo, aun cuando no sea garantía de frenar la especulación. En cuarto lugar, es fundamental asegurar que un mecanismo que puede ser visto como de control de precios no termine armando canales paralelos de comercialización o produciendo alzas innecesarias de precios, en previsión del control posterior. En quinto lugar, y esta es mi mayor preocupación, es que quienes terminen pagando los platos rotos sean los productores agrícolas, especialmente los pequeños que tienen poco poder en los mercados.