PROYECTO YASUNI

Continúa el juego de intereses acerca de la explotación del llamado Parque Yasuní, a pesar de que se detuvo el proyecto de explotar el petróleo descubierto en el subsuelo del cauce del río, asunto que produjo un debate en el cual, lamentablemente, se olvida el famoso plan. Recordemos que el llamado Proyecto Yasuní-ITT recibió el aplauso de la comunidad internacional, por su originalidad y su objetivo; pero luego se adhirieron, como es natural, otros intereses que, atraídos por el petróleo, pretendieron explotarlo aun a costa de destruir el ecosistema. Ahora interviene la etnia waorani que pide al Gobierno que se le otorgue la propiedad del territorio donde está el Parque Nacional Yasuní, aduciendo que es necesario "detener el extractivismo, la tala de bosques y la construcción de carreteras", lo cual contiene una grave denuncia que se la hace no solo ante el Gobierno Nacional, sino ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, ante la ONU y los organismos ecológicos mundiales, con lo cual el problema pasa a conocimiento general y no se descarta que se nombre una comisión para estudiar el caso y, eventualmente, tomar medidas para proteger la ecología de la zona. Para oponerse al extractivismo y las obras de desarrollo que destruyen el equilibrio ecológico, las tribus autóctonas del lugar piden que se reconozca el derecho de propiedad. ¿Pero qué garantiza que no vayan esas tribunas a explotar el petróleo, una vez que han cambiado radicalmente las circunstancias? He allí el problema.