¿DEMASIADA AUSTERIDAD?

Hasta ahora, la Comisión Europea, con el apoyo de la canciller alemana Angela Merkel y del presidente francés Nicolas Sarzoky, ha venido empujando drásticos ajustes fiscales que ayuden a generar mayor confianza en los mercados de capitales. Estos son los que prestan plata a los gobiernos en medio de la tormenta y, si se vuelven muy nerviosos, prestan más caro y las altas tasas de interés complican aún más la necesidad de financiamiento de los gobiernos. Sin embargo, la política de austeridad concentrada tiene sus riesgos. Los mercados saben que, sin crecimiento económico, será casi imposible reducir la deuda y los desequilibrios fiscales como porcentaje del PIB, por lo que quisieran ver, al mismo tiempo, ajuste fiscal y crecimiento, algo muy difícil de lograr en las actuales circunstancias. El nuevo presidente francés apoya una perspectiva algo distinta, sugiriendo que grandes inversiones públicas a escala europea ayudarían a dinamizar la economía y mejorar la competitividad.