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362			_a Año 42 N° 15111 (22 nov. 2014)
520			_aLa sociedad moderna se ha estructurado en torno a una dualidad económica fundamental: capital y trabajo, con la mediación del Estado. Así se ha vivido y construido a lo largo de la historia, diferentes procesos y eventos, económicos, políticos, jurídicos e institucionales, en los que siempre han participado estas dos fuerzas sociales que dinamizan la economía de cualquier país. Los países que crecen y progresan son los que tienen una sensata participación y regulación del Estado, que promueve acuerdos. Esto dice la historia social, puesto que allí, donde hay un gobierno que aprende y sabe armonizar estas dos fuerzas económicas, es donde se dan signos de progreso. Es bueno que estos tres factores de la economía, de nuestra sociedad, aprendan a negociar, conciliar y piensen más en los intereses del país antes que en los de sus negocios, sindicatos o de las ideologías, signo político y del partido de gobierno. Todo esto es importante tenerlo presente, especialmente hoy. Lo ponemos como tema y acción de actualidad para que se recuerde que la polarización social entre empresas y sindicatos puede darse cuando las esferas políticas gubernamentales trabajan para ellos y no para la economía ni el bien del país.
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