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LA NUEVA ECONOMIA NO HA MUERTO

Por: Tema(s): En: El Comercio 13 jun. 2000, p. A. 5Resumen: En la nueva economía interactúan varios factores: la tecnología, la competencia y una nueva cultura económica. El más visible es la tecnología: la revolución en las telecomunicaciones es mucho más penetrante y se extiende con mayor rapidez de lo que lo hicieron, en su momento, el telégrafo o el teléfono. Sumando la revolución informática, con su capacidad de crear programas de software que reestructuran, de manera impresionante, las tareas. Estas actitudes cambian fundamentalmente el modus operandi mundial: se asiste a la liquidación de la gerencia intermedia, baluarte de la tradición. Como en toda revolución, se echa a los protagonistas del status quo. No se rehúye los riesgos; se los valoriza. Los jóvenes quieren participar en compañías nuevas, no en bancos de inversiones. Pese a las caídas del mercado accionario, la nueva economía ha llegado a su madurez. No ofrece un camino rápido hacia la riqueza; no duplica el índice de crecimiento. La nueva economía significa trabajar con ahínco; sus milagros son limitados, pero reales. Los bancos centrales y los portafolios de economía no pueden seguir creando una prosperidad falsa. Y, sobre todo, hasta es posible que se haya puesto fin al ciclo económico. Es demasiado pronto para un réquiem. La nueva economía apenas comienza.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO RESUM-024509 (Navegar estantería(Abre debajo)) El Comercio. 13 jun. 2000, p. A. 5 Disponible

En la nueva economía interactúan varios factores: la tecnología, la competencia y una nueva cultura económica. El más visible es la tecnología: la revolución en las telecomunicaciones es mucho más penetrante y se extiende con mayor rapidez de lo que lo hicieron, en su momento, el telégrafo o el teléfono. Sumando la revolución informática, con su capacidad de crear programas de software que reestructuran, de manera impresionante, las tareas. Estas actitudes cambian fundamentalmente el modus operandi mundial: se asiste a la liquidación de la gerencia intermedia, baluarte de la tradición. Como en toda revolución, se echa a los protagonistas del status quo. No se rehúye los riesgos; se los valoriza. Los jóvenes quieren participar en compañías nuevas, no en bancos de inversiones. Pese a las caídas del mercado accionario, la nueva economía ha llegado a su madurez. No ofrece un camino rápido hacia la riqueza; no duplica el índice de crecimiento. La nueva economía significa trabajar con ahínco; sus milagros son limitados, pero reales. Los bancos centrales y los portafolios de economía no pueden seguir creando una prosperidad falsa. Y, sobre todo, hasta es posible que se haya puesto fin al ciclo económico. Es demasiado pronto para un réquiem. La nueva economía apenas comienza.

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