¿¡No decían que no hay crisis? Miguel Rivadeneira Vallejo
Detalles de publicación: Quito Grupo El Comercio C.A. 2016Descripción: p.4Tema(s): Recursos en línea: En: El Comercio Año 111 N° 41145 (04 abr. 2016)Resumen: El discurso oficial envuelve a los ecuatorianos y en año electoral no se quiere asumir el costo político de la aguda crisis económica. Solo se piensa en las próximas elecciones y no en las siguientes generaciones. Con la reforma laboral vigente desde el 20 abril del 2015 se golpeó duramente al seguro social con la eliminación del aporte del Estado del 40 % para pagar jubilaciones, que se había entregado por décadas y que financiaba el fondo de pensiones. Se desconoció y se dejó de pagar las deudas para el fondo de salud que, según la Constitución y la Ley del IESS, el Estado está obligado a entregar como contribución financiera. El argumento politiquero es que no se han reducido las pensiones jubilares pero no se quiere entender que un sistema previsional requiere acumular reservas para sostener y poder pagar a futuro.El discurso oficial envuelve a los ecuatorianos y en año electoral no se quiere asumir el costo político de la aguda crisis económica. Solo se piensa en las próximas elecciones y no en las siguientes generaciones. Con la reforma laboral vigente desde el 20 abril del 2015 se golpeó duramente al seguro social con la eliminación del aporte del Estado del 40 % para pagar jubilaciones, que se había entregado por décadas y que financiaba el fondo de pensiones. Se desconoció y se dejó de pagar las deudas para el fondo de salud que, según la Constitución y la Ley del IESS, el Estado está obligado a entregar como contribución financiera. El argumento politiquero es que no se han reducido las pensiones jubilares pero no se quiere entender que un sistema previsional requiere acumular reservas para sostener y poder pagar a futuro.
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