NUBES GRISES EN EL HORIZONTE
Tema(s): En: El Comercio 2 sep. 2011, p. 10Resumen: Hace algunas semanas manifestábamos que las crisis económicas son parte natural del quehacer de los países. Aparecen con cierta frecuencia, no siempre la misma y con diversa intensidad. En algunos casos abarca muchas actividades, la vuelve más compleja, en otros se concentra y su solución aparece muy focalizada. Hay que saber vivir con ellas, mantener la guardia alta, prepararse y más que nada evitar motivarlas. Lo que miramos en estos días a escala mundial, con esa volatilidad impresionante, a la cual algunos ya se acostumbraron o por lo menos eso parece, es la cosecha de un largo, muy largo período de abuso e incubación de desajustes económicos en varias partes del mundo. América Latina está advertida y debe ajustar sus políticas económicas. De hecho Brasil ya acepta reducir su crecimiento para salvaguardar el orden interno y evitar una crisis. Méjico tiene mayores amenazas. Y así cada país deberá aceptar resultados menores a los recientes como costo para capear los efectos de esta nueva etapa económica. Pero si tienen ahorros, la caída podrá ser temperada. El Ecuador no escapa a esta realidad. El problema es su indefensión. La balanza de pagos es muy frágil y el país no tiene ahorros públicos. Por lo tanto el ajuste camina, como se ha repetido tantas veces, por la contracción fiscal, lo cual en estas condiciones, profundiza el proceso. Además, el uso de los fondos públicos pone en dificultades al BCE por su limitada liquidez.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Comercio. 2 sep. 2011, p. 10 | Disponible |
Hace algunas semanas manifestábamos que las crisis económicas son parte natural del quehacer de los países. Aparecen con cierta frecuencia, no siempre la misma y con diversa intensidad. En algunos casos abarca muchas actividades, la vuelve más compleja, en otros se concentra y su solución aparece muy focalizada. Hay que saber vivir con ellas, mantener la guardia alta, prepararse y más que nada evitar motivarlas. Lo que miramos en estos días a escala mundial, con esa volatilidad impresionante, a la cual algunos ya se acostumbraron o por lo menos eso parece, es la cosecha de un largo, muy largo período de abuso e incubación de desajustes económicos en varias partes del mundo. América Latina está advertida y debe ajustar sus políticas económicas. De hecho Brasil ya acepta reducir su crecimiento para salvaguardar el orden interno y evitar una crisis. Méjico tiene mayores amenazas. Y así cada país deberá aceptar resultados menores a los recientes como costo para capear los efectos de esta nueva etapa económica. Pero si tienen ahorros, la caída podrá ser temperada. El Ecuador no escapa a esta realidad. El problema es su indefensión. La balanza de pagos es muy frágil y el país no tiene ahorros públicos. Por lo tanto el ajuste camina, como se ha repetido tantas veces, por la contracción fiscal, lo cual en estas condiciones, profundiza el proceso. Además, el uso de los fondos públicos pone en dificultades al BCE por su limitada liquidez.
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