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SENTIDO COMUN

Por: Tema(s): En: Hoy 2 dic. 2009, p. 4Resumen: Andrés Velasco es un economista chileno de 48 años de edad que va a terminar su gestión de cuatro años al mando de la economía de ese país como parte del Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, que llega a las elecciones democráticas de fin de período con un 70 por ciento de nivel de aprobación, en el que, curiosamente, el ministro más conocido y querido es el de Hacienda, es decir, Andrés Velasco. En una entrevista a la revista Latin Trade, Velasco da la receta del éxito de su gestión: "Los Gobiernos deberían comportarse como familias sensatas. Cuando se cuenta con un ingreso extraordinario, uno debería ahorrar una buena parte para cuando llegan las vacas flacas". Si uno mira la magnitud del crecimiento, la estructura y los resultados de la Pro forma presupuestaria enviada por el Ejecutivo a la Asamblea Nacional para el año 2010, se da cuenta de cuánto de sentido común y visión de largo plazo ha perdido este Gobierno. Se plantea un Presupuesto con un estimado de crecimiento económico del 6,8 por ciento cuando la inversión privada en la economía es muy débil; un déficit presupuestario de más de 3 000 millones producto de un gasto creciente; necesidades de financiamiento por más de 4 000 millones, lo que implica nuevo endeudamiento; incremento del gasto corriente y de los subsidios. Es decir, las metas del manejo de los recursos públicos van en sentido exactamente inverso a lo que la prudencia fiscal y el sentido común aconsejan, a lo que Chile hizo para administrar el boom económico. Gastar y no ahorrar parece ser extraña filosofía del Gobierno, esta forma curiosa de manejar los ingresos extraordinarios del país. De ahí surge la lógica cuestión que muchos economistas se plantean: ¿hasta cuándo es sostenible esta política fiscal? ¿Qué va a pasar cuando el favorable entorno internacional se convierta en uno de vacas flacas? ¿Por qué no recuperar el sentido común durante la abundancia y no perderlo todo en la escasez?
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO Hoy. 2 dic. 2009, p. 4 Disponible

Andrés Velasco es un economista chileno de 48 años de edad que va a terminar su gestión de cuatro años al mando de la economía de ese país como parte del Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, que llega a las elecciones democráticas de fin de período con un 70 por ciento de nivel de aprobación, en el que, curiosamente, el ministro más conocido y querido es el de Hacienda, es decir, Andrés Velasco. En una entrevista a la revista Latin Trade, Velasco da la receta del éxito de su gestión: "Los Gobiernos deberían comportarse como familias sensatas. Cuando se cuenta con un ingreso extraordinario, uno debería ahorrar una buena parte para cuando llegan las vacas flacas". Si uno mira la magnitud del crecimiento, la estructura y los resultados de la Pro forma presupuestaria enviada por el Ejecutivo a la Asamblea Nacional para el año 2010, se da cuenta de cuánto de sentido común y visión de largo plazo ha perdido este Gobierno. Se plantea un Presupuesto con un estimado de crecimiento económico del 6,8 por ciento cuando la inversión privada en la economía es muy débil; un déficit presupuestario de más de 3 000 millones producto de un gasto creciente; necesidades de financiamiento por más de 4 000 millones, lo que implica nuevo endeudamiento; incremento del gasto corriente y de los subsidios. Es decir, las metas del manejo de los recursos públicos van en sentido exactamente inverso a lo que la prudencia fiscal y el sentido común aconsejan, a lo que Chile hizo para administrar el boom económico. Gastar y no ahorrar parece ser extraña filosofía del Gobierno, esta forma curiosa de manejar los ingresos extraordinarios del país. De ahí surge la lógica cuestión que muchos economistas se plantean: ¿hasta cuándo es sostenible esta política fiscal? ¿Qué va a pasar cuando el favorable entorno internacional se convierta en uno de vacas flacas? ¿Por qué no recuperar el sentido común durante la abundancia y no perderlo todo en la escasez?

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