LAS MEDIDAS ECONOMICAS
Tema(s): En: El Comercio 30 ago. 2009, p. 8Resumen: Ningún ciudadano que entienda los graves problemas que ocasionó la crisis financiera internacional y esté consciente de las diferencias que subsisten entre pobres y ricos podría estar en desacuerdo con el concepto presidencial de buscar mayor equidad. Pero no hay que olvidar que, para distribuir la riqueza, hay que crearla e impulsar el crecimiento. Según el anuncio del Jefe de Estado, las medidas económicas tienen como propósito solucionar el desequilibrio del sector externo, canalizar el ahorro público a la inversión, impulsar la justicia social y contrarrestar la evasión de impuestos. Sin embargo, la preocupación nace de que esas medidas, que según el Presidente apuntan a conseguir una justicia distributiva y beneficiar a los sectores más necesitados, solamente han considerado una parte del problema. El Gobierno no solo anuncia más tributos y restricciones, que no son señales positivas para la inversión privada, sino que sigue concentrando la gestión económica en manos del Estado. Con ello, corre el riesgo de crear un grave desequilibrio producto del estancamiento de la producción privada. Una situación así traerá más desempleo y a la vez mayor presión sobre el Estado, en demanda de soluciones.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Comercio. 30 ago. 2009, p. 8 | Disponible |
Ningún ciudadano que entienda los graves problemas que ocasionó la crisis financiera internacional y esté consciente de las diferencias que subsisten entre pobres y ricos podría estar en desacuerdo con el concepto presidencial de buscar mayor equidad. Pero no hay que olvidar que, para distribuir la riqueza, hay que crearla e impulsar el crecimiento. Según el anuncio del Jefe de Estado, las medidas económicas tienen como propósito solucionar el desequilibrio del sector externo, canalizar el ahorro público a la inversión, impulsar la justicia social y contrarrestar la evasión de impuestos. Sin embargo, la preocupación nace de que esas medidas, que según el Presidente apuntan a conseguir una justicia distributiva y beneficiar a los sectores más necesitados, solamente han considerado una parte del problema. El Gobierno no solo anuncia más tributos y restricciones, que no son señales positivas para la inversión privada, sino que sigue concentrando la gestión económica en manos del Estado. Con ello, corre el riesgo de crear un grave desequilibrio producto del estancamiento de la producción privada. Una situación así traerá más desempleo y a la vez mayor presión sobre el Estado, en demanda de soluciones.
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