EL ARCHIVO HISTORICO ES GUAYAQUIL

Y por eso Correa le ha puesto el ojo. Acostumbrado como está a arremeter contra todo lo que no se le somete, empezó quitándole autonomía al Banco Central, debilitando su estructura, restándole atribuciones. Cuando eso ocurrió, el recién ungido Presidente, se refirió a la enorme burocracia de esa entidad; expuso una que otra justificación para desprestigiarla e integró bajo su excluyente criterio una Junta Bancaria incondicional. Con el paso de los meses, y sintiéndose todopoderoso, ahora ha volcado su furia contra el Archivo Histórico de Guayas, y ha ordenado a sus empleados, con la tonante voz de mesiánico timbre y volumen, que lo desaparezcan. Para decidir tamaña medida ya ni siquiera ha utilizado argumentos ni explicaciones válidas, pura y simplemente el Archivo le molesta, constituye en su criterio, una cueva de "pelucones", y da cabida a sujetos que, no siendo partidarios obsecuentes de su socialismo del siglo XXI, se han atrevido a defender las autonomías y a poner en duda su manera de conducir el Estado y su estilo de intemperancia y permanente ánimo de camorra.