Imagen de Google Jackets

EL TLC, EL ATUN Y LOS NEGOCIADORES

Por: Tema(s): En: El Telégrafo 29 abr. 2006, p. A. 4Resumen: Alguna vez conté que asistí en Ottawa a un seminario sobre NAFTA (por el nombre en inglés de Tratado para el Libre Comercio de Norteamérica). Dicho seminario, en la década de 1980, fue sustentado por excelentes profesores canadienses, que eran a la vez los negociadores gubernamentales más experimentados en el ámbito académico y en la concertación de las cláusulas pertinentes. Si los gobiernos del Coronel Gutiérrez y del doctor Palacio, en el inicio de las conversaciones con Estados Unidos, hubieran dedicado un poquitín de atención a preparar, aún en forma intensiva y rápida al equipo negociador ecuatoriano, habrían sabido que la tesis esgrimida por nuestra delegación era exactamente la contraria a nuestros intereses. Ahora, saltan a la vista los ejemplos y, con toda razón, los floricultores, los atuneros, los arroceros se sienten preteridos, en medio de una cantidad de gente que desea trabajar sobre bases seguras, que es exactamente lo que no les proporcionan ni el gobierno ni los negociadores. Desearía estar equivocado, pero las evidencias son claras. El Ecuador sostuvo, desde el inicio de la primera ronda, que plantearía una estrategia de todo o nada. Mientras en el mundo las últimas corrientes de la cátedra universitaria coincidían con los representantes del Estado en un tipo de negociación en que todos ganaran, llamada "win towin", los representantes ecuatorianos apostaban, no a la defensa de los productos que son ya una marca de prestigio en las bocas de expendio, sino a declaraciones teóricas generales.
Etiquetas de esta biblioteca: No hay etiquetas de esta biblioteca para este título. Ingresar para agregar etiquetas.
Valoración
    Valoración media: 0.0 (0 votos)
Existencias
Tipo de ítem Biblioteca actual Signatura topográfica Info Vol Estado Fecha de vencimiento Código de barras
Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO El Telégrafo. 29 abr. 2006, p. A. 4 Disponible

Alguna vez conté que asistí en Ottawa a un seminario sobre NAFTA (por el nombre en inglés de Tratado para el Libre Comercio de Norteamérica). Dicho seminario, en la década de 1980, fue sustentado por excelentes profesores canadienses, que eran a la vez los negociadores gubernamentales más experimentados en el ámbito académico y en la concertación de las cláusulas pertinentes. Si los gobiernos del Coronel Gutiérrez y del doctor Palacio, en el inicio de las conversaciones con Estados Unidos, hubieran dedicado un poquitín de atención a preparar, aún en forma intensiva y rápida al equipo negociador ecuatoriano, habrían sabido que la tesis esgrimida por nuestra delegación era exactamente la contraria a nuestros intereses. Ahora, saltan a la vista los ejemplos y, con toda razón, los floricultores, los atuneros, los arroceros se sienten preteridos, en medio de una cantidad de gente que desea trabajar sobre bases seguras, que es exactamente lo que no les proporcionan ni el gobierno ni los negociadores. Desearía estar equivocado, pero las evidencias son claras. El Ecuador sostuvo, desde el inicio de la primera ronda, que plantearía una estrategia de todo o nada. Mientras en el mundo las últimas corrientes de la cátedra universitaria coincidían con los representantes del Estado en un tipo de negociación en que todos ganaran, llamada "win towin", los representantes ecuatorianos apostaban, no a la defensa de los productos que son ya una marca de prestigio en las bocas de expendio, sino a declaraciones teóricas generales.

No hay comentarios en este titulo.

para colocar un comentario.