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ECONOMIA EN RIESGO

Por: Tema(s): En: Dinero, Diario de Negocios 2 feb. 2006, p. 7Resumen: En los últimos meses se ha hecho evidente que la economía ecuatoriana ha desacelerado su ritmo de crecimiento: desde los indicadores macroeconómicos hasta las ventas de las empresas. Si bien es cierto, una desaceleración del crecimiento de la economía no implica necesariamente una depresión, puede ser la primera señal de un estancamiento o, peor aún, de una recesión. Si bien es cierto que la mayoría de las economías de los hogares no han sentido aún el efecto de la desaceleración, pronto podrían empezar a reducir sus niveles de consumo (demanda), lo que incidirá directamente en la oferta (empresas). Una economía en crisis no hará frente a los retos de una economía dolarizada e inmersa en el TLC; además, no podemos dejar de lado, que este es un año electoral, tiempo en el que la tarea del Gobierno que termina será, al menos, mantener un crecimiento sostenido. El trabajo no es sencillo. Las acciones deben ser inmediatas a fin de que la débil estabilidad social y económica que se ha conseguido no se vea afectada. No esperemos que la economía caiga nuevamente en un período de crisis para reaccionar. Políticas de Estado, como control de precios e incentivos al aparato productivo deben ponerse en marcha.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO Dinero, Diario de Negocios. 2 feb. 2006, p. 7 Disponible

En los últimos meses se ha hecho evidente que la economía ecuatoriana ha desacelerado su ritmo de crecimiento: desde los indicadores macroeconómicos hasta las ventas de las empresas. Si bien es cierto, una desaceleración del crecimiento de la economía no implica necesariamente una depresión, puede ser la primera señal de un estancamiento o, peor aún, de una recesión. Si bien es cierto que la mayoría de las economías de los hogares no han sentido aún el efecto de la desaceleración, pronto podrían empezar a reducir sus niveles de consumo (demanda), lo que incidirá directamente en la oferta (empresas). Una economía en crisis no hará frente a los retos de una economía dolarizada e inmersa en el TLC; además, no podemos dejar de lado, que este es un año electoral, tiempo en el que la tarea del Gobierno que termina será, al menos, mantener un crecimiento sostenido. El trabajo no es sencillo. Las acciones deben ser inmediatas a fin de que la débil estabilidad social y económica que se ha conseguido no se vea afectada. No esperemos que la economía caiga nuevamente en un período de crisis para reaccionar. Políticas de Estado, como control de precios e incentivos al aparato productivo deben ponerse en marcha.

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