WILMA SALGADO

En poco más de un año, Wilma Salgado ha hecho lo posible por cobrar las deudas a los morosos de la banca. Eso está a la vista y así lo ve el País, mas me he tomado el trabajo de hacer los prolegómenos del caso para explicar la razón y la sin razón de las actuales vicisitudes por las que atraviesa la Gerenta, merced a las presiones que enfrenta por parte de ciertos interesados en bloquear la recuperación de las deudas. El asunto más parece conlleva la intención de perseguirla, para separarla de su cargo. Con la desventaja para ella de que no goza fuero especial de corte. Es decir, se hace todo esto en circunstancia que no dispone de la garantía procesal del fuero, que amerita su cargo de alto rango y suma responsabilidad. La doctora Salgado deberá defenderse ahora ante su juez natural, el juez Cuarto lo Penal de Pichincha, a quien se le deberá devolver el florón al que se ha referido el abogado de coactivas, quien ha dicho: "El florón está en mis manos, de mis manos ya pasó, nadie quiere tomar la responsabilidad histórica, porque todo el mundo va a tener miedo de meter a la cárcel a la persona que más ha luchado contra la corrupción en el País". Juego de palabras vertidas con inteligencia y sarcasmo por Bolívar González, para explicar que la orden de prisión preventiva solicitada para Wilma Salgado solo da lustre y honra a la funcionaria. Es natural que durante la gestión de la doctora Salgado se han cometido errores que deben de aclararse dentro del proceso judicial. Principalmente si hubo o no utilización de fondos públicos y si existió legalidad en la transferencia, considerada como problema contable y de interpretación, más que otra cosa. Así como es fundamental que se conozca el detalle de los gastos efectuados en la recuperación de cartera. Pero todo aquello, mientras no se evacúe, no puede afectar la importante gestión de la "la mujer con los pantalones bien puestos", como la conoce el Ecuador.