¿Y NUESTRA INDUSTRIA?

Honda preocupación nos causa las informaciones que confirman que algunas empresas ecuatorianas asentadas en nuestra provincia, están desmantelando sus fábricas y despidiendo a sus servidores para trasladarse a fabricar sus productos en el vecino Perú. Suponemos que tales circunstancias son de conocimiento del actual régimen especialmente del Ministerio de Industrias y Comercio y de la Dirección Nacional de Competitividad. Es, pues, de suma urgencia que dichas dependencias tengan en su poder los datos precisos de los beneficios que está reportando a los empresarios ecuatorianos la decisión de trabajar en Perú. Decisión que estos industriales han tomado porque el Estado no tiene todavía una clara política que impulse al inversor nacional a seguir laborando en Ecuador. Corresponde, por tanto y con verdadera urgencia, que el Gobierno y el Congreso revisen las circunstancias en que se debaten los empresarios nacionales y busquen la forma de dar nuevos estímulos a la producción nacional, bien sea por rebaja de impuestos, o estableciendo reales incentivos para convertir en atractiva la inversión en el país. Desafortunadamente, hasta el momento no conocemos que se hayan dictado leyes o disposiciones gubernamentales para que haya un verdadero apoyo a la producción exportable del Ecuador. Si la situación continúa como está, pronto la economía ecuatoriana colapsará y por tanto la dolarización que solo puede sostenerse si exportamos más de lo que compramos.