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FONDO DE ESTABILIZACION, EN NADA

Por: Tema(s): En: Hoy 28 feb. 2003, p. A.1Resumen: Se ha revelado que se gastó todo el fondo petrolero de estabilización correspondiente al año 2002. El presupuesto del Estado se calculó con un promedio anual de US 19 por barril de crudo; sin embargo, se comercializó, en realidad, a un precio promedio de US 23. El excedente debía servir para el fondo de estabilización. La ley preveía que un 45 por ciento se dedicara a la estabilización. No obstante, aquello no se ha cumplido. Por el contrario, parece que los excedentes se convirtieron en gasto corriente. Es necesario, pues, que las autoridades informen por qué no se cumplió la ley y rindan cuentas del destino de aquellos ingresos. Es de vital importancia para la estabilidad de la economía nacional, con tan estrecha dependencia de los ingresos petroleros, respetar la ley en cuanto al destino de los excedentes del crudo. El desvío hacia gastos corrientes representa una grave irresponsabilidad y acentúa la fragilidad de la economía nacional, cuando la rigidez del sistema de dolarización exige las mayores previsiones para estabilizar los ingresos petroleros.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO Hoy. 28 feb. 2003, p. A.1 Disponible

Se ha revelado que se gastó todo el fondo petrolero de estabilización correspondiente al año 2002. El presupuesto del Estado se calculó con un promedio anual de US 19 por barril de crudo; sin embargo, se comercializó, en realidad, a un precio promedio de US 23. El excedente debía servir para el fondo de estabilización. La ley preveía que un 45 por ciento se dedicara a la estabilización. No obstante, aquello no se ha cumplido. Por el contrario, parece que los excedentes se convirtieron en gasto corriente. Es necesario, pues, que las autoridades informen por qué no se cumplió la ley y rindan cuentas del destino de aquellos ingresos. Es de vital importancia para la estabilidad de la economía nacional, con tan estrecha dependencia de los ingresos petroleros, respetar la ley en cuanto al destino de los excedentes del crudo. El desvío hacia gastos corrientes representa una grave irresponsabilidad y acentúa la fragilidad de la economía nacional, cuando la rigidez del sistema de dolarización exige las mayores previsiones para estabilizar los ingresos petroleros.

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